jueves, 26 de mayo de 2011

Cómo funciona la publicidad de Google

Mucha gente se sorprende, cuando hace búsquedas en Google o cuando entra a su cuenta de Gmail, que la publicidad es afín a sus intereses. No es que Google sea muy inteligente (esa cualidad le corresponde a Brin y Page), sino que Google es una máquina perfectamente engrasada para ofrecer la publicidad más adecuada a cada persona en cada momento. Es decir, para incrementar la posibilidad de que alguien haga click en sus anuncios y, por tanto, Google ponga el taxímetro en marcha.

Aunque puede parecer complejo, el teorema de Google para hacer funcionar su sistema publicitario es muy básico. Gracias a los millones de datos que maneja, Google es capaz de trazar perfiles muy acertados sobre las preferencias que tiene cada usuario. Pero tranquilos, Google no tiene una carpeta con nuestra foto y nuestros gustos (¿o tal vez si?), sino que cada ordenador es un número con un determinado perfil. En definitiva, Google gana dinero gracias a los datos personales que usamos en GMail, en las búsquedas, en Google Maps...

Cómo contratar publicidad con Google

A la hora de introducir publicidad, Google pone a disposición de los empresarios el servicio Google AdWords. En él, y en unos sencillos pasos, se puja por las palabras a las que un comerciante quiere vincular su publicidad. No es lo mismo pujar por “master on-line”, que hacerlo por “tiendas de bicicleta en Pedrajas”.

Además, el comerciante puede personalizar el tipo de coincidencia con las palabras a las que ha vinculado su anuncio, filtrar la procedencia geográfica de quién ve su anuncio y otras opciones.

Una vez realizada la puja, el comerciante o empresario pagará cada vez que alguien haga click en su anuncio. Evidentemente, al comerciante le interesa que el anuncio lo vea gente interesada en su producto y, al tiempo que Famosa, en televisión, no pondría a sus muñecas camino de Belén, tras el anuncio de Lucia la Piedra y Dinio, el comerciante que vende sus bicicletas en el pueblo de Pedrajas, querrá que vea su anuncio gente cercana, que pueda querer visitar su tienda. Google consigue, con un porcentaje de acierto bastante bueno, que el anuncio lo vea quien realmente pueda estar interesado en esa materia.

Evidentemente, si la publicidad la ve quién está interesado en ella, habrá más opciones de realizar una venta, algo que en otros medios de comunicación, no es posible hacer y aunque los expertos en marketing dividen los anuncios por franjas horarias (y por eso las muñecas de Famosa solo van al portal a horas prudenciales y no se entretienen con Lucia la Piedra y Dinio), nunca sabrán si quién ha visto el anuncio es realmente su target.

Cómo distribuye la publicidad Google

A partir de la contratación por parte del comerciante, Google aplica toda su fuerza para colocar el anuncio. Esa colocación se hará, en páginas propias de Google (su buscador, su correo), que deja el 100% del ingreso a Google, o en páginas de otros editores (que supone entregarles, en función del tipo de publicidad, entre un 50 y un 60% del coste del click).

Evidentemente, la pregunta que surge es: ¿qué usa Google para saber que página habla de ciclismo en la zona de Pedrajas y cuál de las muñecas de Famosa?

En este momento entran en juego las arañas de Google que escanean cada página web y analizan ciertos puntos para vincular palabras. Por ello es importante saber dónde colocar las palabras clave y cómo resaltarlas, al tiempo que se respete una lectura cómoda para el lector.

Así, un blog que hable sobre ciclismo en la zona de Pedrajas debe de decirle a Google cuál es la temática de su texto, para que el robot de Google sepa que publicidad debe insertar en ese blog.

Por tanto, el silogismo de Google es efectivo a la par que sencillo y contenta a todos. A los editores, que ofrecen publicidad vinculada a la temática de su texto, a los comerciantes, que pueden segmentar y filtrar su publicidad y su público objetivo y a la propia Google, que ha dado con un filón más que interesante.

Ejemplo de cómo funciona la publicidad Google

Imaginemos a un comerciante que tiene una tienda de camisetas en Madrid. El comerciante contrata la publicidad de Google y vincula su anuncio a las palabras “camiseta” “camiseta fútbol” “camiseta Real Madrid” y lo limita a la provincia de Madrid porque solo vende en su tienda.

Un editor de un blog habla de camisetas de fútbol e introduce la publicidad de Google en su blog para monetizar su trabajo.

En el momento que una persona que navega desde Madrid accede al blog, verá, con toda probabilidad, el anuncio del comerciante de Madrid y, como se supone que está interesado en una camiseta de fútbol (por eso lee y busca un blog sobre camisetas de fútbol), hay una alta probabilidad que pinche dicha publicidad y acceda a la web del comerciante.

Errores en la publicidad de Google

Sin embargo, ningún sistema es perfecto y, en ocasiones, Google rellena la publicidad con “lo que tiene más a mano”. Hace tiempo una colaboradora de Suite101 se quejaba porque la publicidad no tenía nada que ver con la temática de su texto.

El artículo en cuestión trataba de “organismos celulares en chimeneas volcánicas” y la publicidad que Google introdujo fue “limpieza de chimeneas”. La explicación es muy sencilla, ningún empresario contrató publicidad para palabras como “organismos celulares” o “chimeneas volcánicas”, pero sí para “organismos” o “chimeneas”.

Por motivos como ese, a veces, la publicidad que muestra Google tiene poco o nada que ver con la temática del texto y por eso es tan importante, hacer un buen trabajo en la selección de las palabras clave que se incluyan en cada artículo de un blog o de una página web.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Google extiende su imperio: servicios para ganar dinero

La táctica comercial de Google es sencilla como muchas, pero efectiva como pocas.

Mientras otras empresas de Internet se empeñaron en limitar servicios como el correo electrónico, Google aposto por el principio por poner, a disposición de cada usuario, ingentes cantidades de espacio para almacenar millones de correos electrónicos.

Con el tiempo otras empresas han copiado a Google, pero la cuota de mercado de servicios como Gmail ya es muy elevada.

Y no es solo el correo electrónico. Google domina de forma más que cómoda el mercado de las búsquedas (Google), comienza a beneficiarse de su suite ofimática en la nube (Google Docs), su navegador es cada día más utilizado (Google Chrome), se consultan libros (Google Books), mapas (Google Maps) y en breve veremos una nueva entrega de Google TV y el lanzamiento de Google Music. Si entramos en el campo del SEO, las herramientas de Google (Analytics, Keywords, Insights…) dominan en el campo de los webmasters y los redactores on-line.

En definitiva, Google ha creado dependencia entre los usuarios, tanto entre los más básicos, como entre los más avanzados y experimentados. Sus herramientas son, hasta cierto punto, imprescindibles y yo mismo me considero un dependiente de Google (este blog, en Blogger, Google Analytics para seguir las visitas...).

Nuevos proyectos de Google: sistema operativo propio

El siguiente punto de Google, tras arrasar en cuota de mercado con su Android (para móviles y tabletas), es el sistema operativo de los ordenadores de toda la vida. Portátiles y sobremesas van a contar desde ya mismo con un sistema operativo, el Google Chrome OS, que podrá ser instalado de forma gratuita por los fabricantes. De momento, está pensado para los netbooks y para un trabajo en nube, un concepto nuevo al que mucha gente no está acostumbrado, pero no tardará en estar disponible para otro tipo de ordenadores.

Objetivo final de Google: hacer crecer Google Adwords

Todo este imperio creado por Larry Page y Sergey Brin tiene un único objetivo: ganar dinero a través de la publicidad on-line. La gratuidad que muchos atribuyen a los servicios Google no es tal. Gracias a ellos, Google recopila miles de millones de datos que luego utiliza para colocar la publicidad más adecuada en el lugar donde más probablemente se haga click.

Todo esto, supone crear una dependencia excesiva de Google y es que cada día sus servicios son más utilizados y más básicos en la navegación. Google controla los resultados que ofrece en su buscador, escanea (que no lee) millones y millones de mensajes de correo electrónico, sigue con atención qué interesa a la gente de España y qué detestan los internautas de Francia…y todo ello alimenta a su verdadero tesoro: Google Adwords.

martes, 24 de mayo de 2011

Comprar en Amazon: más barato y totalmente seguro

Desde hace unos meses, mi compra de productos audiovisuales ha caído en picado. Al menos en España. El culpable de esto, no es otro que la tienda on-line Amazon, en concreto su portal del Reino Unido.

Y es que, entre la fortaleza del euro (que a los consumidores nos viene de lujo) y los precios de Amazon, la diferencia de comprar on-line es más que notable. Además, el servicio de Amazon es, sencillamente, exquisito. Con plazos que se cumplen al milímetro, entrega en domicilio con MRW y gratuita…en definitiva, comprar es una delicia.

Muchos pueden pensar que el problema radica en el idioma, pero gracias a la llegada del Blu-Ray, ese problema ha desaparecido. La mayor capacidad de almacenar datos que tiene el nuevo estándar de la industria, permite hacer un solo disco para varios mercados, por lo que, salvo excepciones, cualquier película cuenta con el doblaje al español (es importante buscar castellano, para no encontrar un doblaje latino).

Para salir de dudas, está la página cinemasquid, en la que se podrá encontrar fichas detalladas de todas las películas de Amazon, en las que se saldrá de dudas sobre si un determinado título está o no en castellano. Basta con introducir en Google el código ASIN (exclusivo de Amazon) y añadir cinemasquid. El resultado aparecerá y se podrá comprobar la disponibilidad del castellano en dicha referencia.

Con los juegos de la PlayStation 3 es aún más cómodo, pues todos los juegos son iguales en la Unión Europea. Totalmente compatibles y, si tienen el doblaje al castellano, será introducir el disco en la consola y el juego ya estará en la lengua de Cervantes. Además, las ofertas son brutales y no hay más que comparar los precios de diferentes productos para darse cuenta de ello.

La pregunta es clara, con la inminente salida (o eso parece) de Amazon España (de momento está presente en nuestro país a través de BuyVip), ¿qué será de El Corte Inglés, FNAC y demás tiendas que tienen unos precios realmente caros en comparación a los de Amazon?

Un ejemplo:

FNAC 61,45 € - AMAZON