miércoles, 5 de octubre de 2011

¿Merece la pena comprar el iPhone 4S? Yo no lo compraría, pero me encanta


Creo que ayer Apple me gano definitivamente. Sí, lo digo directamente, sin tapujos. Apple me gano con una presentación en la que volvió a demostrar que saben moverse como nadie, que saben innovar como ningún otro y que saben manejar los tiempos con una habilidad que pocos tienen.

Con un poco de reflexión, la tarde noche de ayer fue de locura y de redacción rapidísima (un número uno de Google, lo merece), hay que mirar en perspectiva las características del nuevo iPhone.

Por un lado me alegro de que no sea el 5 y que Apple respete la tradición de innovar los años pares y actualizar los impares. Sin embargo, la actualización de este año tiene trampa. Mucha trampa.

Por qué no comprar un iPhone 4S

Ojo que el terminal me encanta y seguro que con el chip A5 dual core es, simplemente, una máquina. La cámara es espectacular, el iOS5 promete muchísimo y Siri es simplemente una revolución en el mundo de la interacción con las máquinas.

Sin embargo, y como decían ayer en las redes sociales, el 4S está mucho más lejos del 4, que lo que estuvo el 3GS del 3G y eso es, precisamente, lo que me “preocupa”. Me preocupa porque al igual que he dicho que Apple innova los pares y actualiza los impares, la actualización de este 2011 es salvaje. Por fuera el teléfono es idéntico al 4, pero por dentro es completamente nuevo. Tanta actualización creo que se debe a que el iPhone 4S es un campo de pruebas para lo que será, ya el próximo 2012, el iPhone 5 de verdad. 

Podríamos llamar al iPhone 4S, iPhone 5.0 y considerarlo la beta de la próxima generación.


Sí, un móvil para probar y para ver cómo funciona Siri. Para lanzar la primera oleada de un futuro de interacción con las maquinas que acerca nuestra sociedad, más que nunca, a lo que hemos visto en películas como Yo Robot.

Siri es revolucionario y realmente justifica el lema de la presentación lets talk iPhone, ya que permitirá interactuar con nuestro móvil hasta un punto insospechado. Programar el despertador, buscar una referencia en Wikipedia, preguntar por la cotización de un valor bursátil, redactar un email, pedir que nos recuerde una cita…las opciones son infinitas y todo con la voz.

El lado malo de Siri está claro, aplicación primeriza, idiomas limitados (inglés, francés y alemán), posibles fallos en el reconocimiento…es una aplicación que hasta que no esté en la calle y se pruebe a conciencia, no se sabrá su alcance real y como digo, será una aplicación que se mejorará en el iPhone 5 y que será la puerta a mucho más.

Si a esto le sumamos el precio del nuevo terminal de Apple (con los planes más caros de llamadas y datos podría salir entre 49 y 99 euros), creo que se debe esperar al próximo 5. 

¿Apple decepciona al no presentar el iPhone 5?

Para nada. Los titulares de la prensa generalista no los entiendo porque básicamente Apple no ha dicho nada. Otra cosa, es que se haya dado credibilidad a que iba a salir un iPhone 5 (que conste que yo me subí al carrito para posicionar los textos), a que Google “pierde” los teléfonos allá por donde va o demás.

Apple sabía desde el principio qué iba a presentar, cómo y cuándo. Apple no ha decepcionado, simplemente ha seguido su ritmo y su paso, demostrando que al final está por encima de especulaciones, bloggers y deseos del personal y que sus planes están muy claros.

Adiós definitivo a Steve Jobs

Por último, hacer una mínima mención a la ausencia de Jobs. Tuve la esperanza, durante toda la keynote, de una aparición estelar para hacer su última presentación en Apple, para despedirse con su estilo único y característico, pero no ocurrió. Parece que Steve Jobs ha dejado Apple definitivamente y ahora es Tim Cook quien tomará las riendas.

Sea como sea y desde un punto de vista tanto empresarial como de innovación, no cabe sino quitarse el sombrero ante Steve Jobs y ante el trabajo que ha hecho en Apple y en el mundo de la tecnología. 

lunes, 3 de octubre de 2011

Primer paso en falso de Facebook



La creación de Google Plus ha puesto nervioso a Zuckemberg que, por primera vez, siente el aliento de un enemigo peligroso en el cogote.

La comodidad de Google Plus para distribuir a los contactos y decidir quién ve y quién no ve una determinada publicación, ha provocado que Facebook comience a cambiar los sistemas de privacidad de su página. Sin embargo, Facebook ha logrado despistar a todo el mundo, mosquear a más de uno y provocar una de las mayores campañas de hoaxes y mentiras sobre el pago de Facebook (no recuerdo algo así desde la “obligación” de mandar 20 mails para no perder la cuenta de Hotmail o el niño enfermo que por cada mail reenviado recibiría un céntimo…).

Ahora mismo, no sé si estoy suscrito a mis amigos o no, si me llegan sus mensajes o no, si veo lo que publican o no. No lo sé. Y lo peor de todo no es no saber, es no tener ni paciencia ni ganas de ponerme a leer cada modificación que, en los últimos meses, ha introducido Facebook. Estas modificaciones no son ni sencillas, ni cómodas ni comprensibles como sí lo son los Círculos de Google Plus.

Ahora bien, la gente sigue en Facebook. Google Plus tuvo un crecimiento brutal por el deseo de los geeks y demás frikis de Internet de conocer y tener lo nuevo, pero sin contar con el apoyo del gran público. Y ahí es donde está la cuestión ahora… ¿qué hará Google para ganarse el favor del común de los mortales y empezar a quitar cuota de mercado a Facebook? Una cosa es cierta, Facebook se ha sentido presionado, ha cambiado cosas y la ha liado. Por primera vez, un competidor hace cometer un error a Facebook y por primera vez Zuckemberg se ha equivocado implementando algo que no debe entender ni él mismo en su cuenta.